CAMINO DE SANTIAGO DÍA 7
Hoy viendo como estamos de cascados Carlos, Alberto y yo, nos hemos tomado la etapa a Arca do pino (Pedrouzo para nosotros) con mucha filosofía, con un buen ritmo, eso si, pero sin agobios, y si había que parar a ver iglesias de esas con mesas en la puerta, pues sin problemas, se veían, jaaja. De hecho, así ha sido la cosa que hemos salido los ultimos y hemos llegado los antepenúltimos, jaja. He disfrutado de una etapa de otra manera, y la verdad que no ha estado nada mal, se me ha hecho un poquillo dura por los pies que aunque ayer me los curaron bastante bien, aún me duelen, pero por lo menos ya no veo peligrar mi camino.
En Arca hemos pasado un día increible, que barbaridad que completito, ha habido tiempo para todo, jaja. Comida nada más llegar de campeonato, para variar, después, duchita historiada, porque no había baño en la habitación y teniamos que salir al pasillo con aquello lleno de una excursión de americanas, jaja, teniais que ver a ese Alberto y a mí con la toallita y el neceser dando vueltas por todas las plantas en busca de un baño libre, que númerito.
Ducha completada y que hacemos mejor que irnos dónde nos ha recomendado el camarero, que es a un pub debajo del bar, pues si ahí fuimos a tomar un cafelito, lo que pasa es que lo que empezamos siendo Alberto y yo, llegó a convertirse en una reunión de 15 personas,jaja de hecho es que habíamos invitado a todos los nuestros, y también a los compañeros peregrinos que pudimos, conclusión, una tarde de escándalo, noche, porque acabamos a las 10 o así.
No contentos con esto fuimos a cenar arriba y nos pedimos unas minihamburguesas….jajaja, que animalñitos, por poco si estamos allí todavía comiendo, claro que esto habia que bajarlo con algo, pues nada una copita de despedida de Arca en el pub de abajo, jajaja. Magnífica noche para todos no?
CAMINO DE SANTIAGO DÍA 6
Vaya telita!!, me he levantado con los pues levemente mejor, lo cual me ha serviso para decidir tirar hacia delante con todo, pero, lo he pasado un poco mal, la verdad. La primera parte de la etapa una vez que se me calentaron los pies, bien, 15 kilometros a un ritmo de lujo, llegué a Melide, dónde esperaba Alberto que había salido un buen rato antes, allí paramos porque a mi entender está el mejor pulpo que me he comido en mi vida, y ciertamente creo que no defraudó a nadie. LLegué a las 10 y 22, gran hora si señor, sobretodo para cargarse una jarrita de Estrella Galicia y una ración de pulpo, que maravilla, que exquisitez, jajaja, el problema fue, que esperando a todo el mundo, una vez que estabamos allí, hay que ver lo bueno que está el pulpo….la cosa terminó, a las 12 y 14 minutos, con 4 jarritas y 3 raciones de pulpo, jajaja, y con eso y los 15 kilos de la mochila, a hacer 17 kilometros más, jajja, que barbaridad, que larguita que se hizo la etapa, los pies pa cambiarlos por dos ruedas, las cuestecitas en montes silvestres más 35 º de calor…como que iban a acabar con nosotros, que barbaridad. Con Alberto acabé la etapa, que imagen dantesca íbamos dando, que uno se quería parar 200 veces, el otro que tirá para adelante, no me hagas cambios de ritmo que me quedo, jajaa, increible, si no llega a ser por una máquina de agua salida desde la nada, el gordito y yo no llegamos en la vida a Arzúaaaa, Arzúaaaa, jajaa.
Pero lo conseguimos y lo celebramos como si hubiéramos ganado la maratón de Nueva York. Era tarde, había gente que no tenía ganas de comer, pero ahí estábamos Albertito y yo, para comer primero, y después para ir al médico por lo de mis pies no tiene nombre, de hecho la enfermera alucinaba con mis ampollas, jaja. Por cierto que en el médico liamos el taquito con las valencianas en la sala de espera, de hecho despues quedamos para el cafelito y demás. Aunque para eso, sólo quedamos Carlos y yo, que nos fuimos a la plaza del pueblo a tomar algo y hacer grupo con los peregrinos, jaja. Tito Morón, las valencianas, gallegas, el catalán, jjaaj lo mejor de cada casa.
Para cenar compraron cosillas para el albergue y de remate una tartita de cumpleaños para Carlos, que llegó a emocionarse incluso, que buen tío está echo. Este día ha tenido de todo, ahora a descansar y a ver mañana si me han crecio los pies después de haberlos cortado.
CAMINO DE SANTIAGO DÍA 5
Etapita curiosa, sabes, los pies pa quitármelos y ponerme otros, pero al final he conseguido llegar y bastante bien.
La comida una vez más de categoría, jaja, otra cosa no, pero la comida por aquí es exquisita, al igual que algunos de los paísaje que vamos dejando por el camino.
El problema ha venido después que no podía aguantar más el dolor y Alberto y yo hemos tenido que ir al médico a mirarnos los pies, la verdad es que los míos están para el arrastre que dos cachos de ampollas que me han salido en la planta debajo de los dedos, increibles. Después de ésto, Moreno y yo nos hemos ido a una piscina de aqui cerca, gratis y estaba de escándalo, aunque como es de suponer, yo con los pies así, poco he podido bañarme, pero charlando con las gallegas que hemos estado y contando chistes con el MOreno que sólo nosotros cogíamos, hemos pasado una buena tarde.
Por la noche cenita en el hostal a base de pizzas y empanada, media celebración del cumpleaños de Carlos que es mañana, y prontito para la cama, que como tengo los pies no se si voy a poder andar, estoy bastante angustiado con esta idea, puesto que no soy de las personas que hacen las cosas a la mitad, o las dejan sin más, así que el hecho de no poder hacer alguna etapa me horroriza, dejemos que la naturaleza haga su trabajo esta noche, mañana cuando em levante, comprobaremos si puedo o no andar.
CAMINO DE SANTIAGO DÍA 4
Vaya noche más guapa que tuvimos ayer aquí en el albergue, compramos cosas para cenar aquí y estuvimos con toda la gente que había en el albergue, después los dueños pusieron unos licores de la tierra y demás y se creó un ambiente de lujo, entre un grupo de málaga, las tres gallegas y nosotros líamos el taco, nos lo pasamos genial, hicieron hasta una queimada, hecha por un personaje digno de mención, una de esas personas amaneradas, jajaja que arte, que hasta recitó un conjuro con la queimada. Una noche 10.
La etapa ha sido un poquito más dura de lo que recordaba, hemos llegado de todas formas a muy buena hora a Portomarín. Su poquito de comida, leve como siempre, jaja, Piscina del pueblo muy bonita por cierto con vistas al Rio Miño, una buena tarde que hemos echado con la compañia de las gallegas, jaja. Por la noche cenita en el albergue, unos macarrones magistralmente preparados y un poquito de tostas con quesito y paté.
Lo peor el estado de mis pies comienza a ser preocupante, las ampollas están más grandes, hoy al llegar me dolían, pero a ver mañana cuando me levante si soy capaz de andar en condiciones.
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